¿Les ha pasado que nos detenemos frente a una pared llena de jabones comerciales y la miramos como ¿cuál de todos satisfacerá mi necesidad? Otras veces, y lo digo por experiencia, jugamos al tin marín de dos pingüé escogiendo el primer jabón que caiga en nuestras manos. Pero la realidad que existen muchísimos jabones comerciales que quizás nos ayuden a esa necesidad en el momento pero cuando leemos las etiquetas ni siquiera entendemos qué tipo de ingredientes tiene el producto y qué nos hará eventualmente al órgano más grande que poseemos, nuestra piel.
Personalmente estuve muchos años utilizando jabones comerciales y siempre ocurría algo nuevo en mi piel. Enrojecimiento, sarpullido, resequedad, etc. Mi experiencia con los jabones comerciales ha sido un cuento de terror. Como mencioné anteriormente tenía muchos problemas con mi piel y eso era debido a la resequedad que me producía el jabón comercial. Yo comencé en el mundo de las "jaboneras" buscando algo que pudiera ayudar a mi piel a sentirse mucho mejor. ¿Y les digo algo? Realmente pude notar el cambio, se acabaron los picores y/o sarpullidos que eran producidos por la resequedad que me dejaba el jabón comercial.
El jabón artesanal está elaborado combinando diversos aceites como por ejemplo: oliva, coco, castor, aceite de palma y mantecas vegetales y en algunos casos manteca de animal. Esta combinación ayuda, aparte de retirar la suciedad, sentirás tu piel más humectada, limpia y con un rico aroma, añadiéndole fragancias o aceites esenciales.
Si aún no te has aventurado a mimar tu piel con jabones artesanales, te invito a que hagas una prueba y nos des tu opinión al respecto.